Ouramdane Krim quiere publicar una novela que ha titulado Los Incomprendidos. Una historia que no es más que una ficción nacida de la observación de la sociedad. La lectura de Los incomprendidos no deja indiferente, uno se siente atraído por los personajes a veces afectuosos y tiernos, a veces bruscos y en el límite de lo soportable, pero en todo caso en este caleidoscopio de imágenes uno reconoce al vecino, al colega, al amigo y a menudo a uno mismo. La vida se esboza en frases a menudo crudas y, sin embargo, bien "abastecidas", lo que indica una cultura bastante amplia. Basada en las montañas de Cabilia, que son de hecho su alma y su tierra prometida, la autora nos lleva de viaje a través de la sociedad, ofreciéndonos una visión de Argelia, así como de los personajes locales. Desbordante de brío e imaginación, la obra está llena de metáforas y enriquecida con expresiones locales. Cautivadora y atrayente, la obra es, de hecho, un caleidoscopio de imágenes tomadas de la vida de una sociedad que sufre porque ha decidido cambiar su vertiente económica y también, registrando una pérdida de valores. El autor nos invita a redescubrir las montañas rocosas y las pistas esquistosas de la vida cotidiana en los pueblos y aldeas. A través de estas historias, tomadas como claves de la vida cotidiana, el autor nos presenta a personajes entrañables que miran la vida a través de la lupa de los que realmente aman a su país y que están en sintonía con el autor, que ha decidido entrar en guerra contra esta nueva casta de gente a la que sólo le interesa el dinero y ¡la fe! Dinero que ha hecho perder el norte a mucha gente. No se evita el conflicto de generaciones, ni ninguna de las "crisis" sugeridas por la escritura sin aliento, apretada y a menudo áspera, utilizada para sugerir y decir las palabras que se bloquean en la garganta como reprimidas y que se liberan así como un desbordamiento. Nada se deja al azar y todo está dicho o casi dicho en esta sátira social, Krim quiere, en efecto, ser como aquel por quien el mal quiere ser exorcizado. Como militar de carrera, adepto del orden y la disciplina, llegando a menudo a aparecer como un auténtico verdugo del desorden, sobre todo el que pesa sobre la sociedad, ha intentado con cierto éxito señalar estos males. Pero las palabras no parecen suficientes para describir ciertas cosas y uno siente la rabia del autor, que a menudo se confiesa impotente ante este auge de la localidad, la cobardía y la pusilanimidad. Krim, el autor, es un hombre de su tiempo, un observador imparcial de la sociedad tal como es y no como queremos que sea. No deja piedra sobre piedra y dice lo que es la sociedad. Les incompris aparece al lector apresurado como una serie de relatos, pero si uno se toma el tiempo de leer este atractivo libro, se da cuenta de que al final es una misma historia contada de página en página, tal como se cuentan nuestras bellas historias de Cabilia. Sin embargo, en lugar de tomar como héroes a elfos y ogros, Krim cuenta la historia de la vida y de los personajes que nos encontramos en la vida cotidiana. Les incompris revela a un hombre con una rara capacidad de observación y refleja también la ternura del autor por el país y por su pequeña patria: Cabilia.